lunes, 6 de enero de 2014

Directrices para el diseño instruccional de un MOOC

A la luz del ejemplo del primer MOOC creado por Stephen Downes y George Siemens sobre “Connectivism and Connective Knowledge” que organizaron en 2011 es posible entresacar algunas ideas que puedan servir de guía a cualquier persona que se enfrente a la tarea de crear un curso online. En dicho documento proponen las siguientes:

a. Agregación
En in MOOC se proporcionan una gran variedad de materiales para leer, ver o manejar, que en gran parte aportan los diferentes participantes al realizar las actividades. Para su manejo es conveniente tener sistemas de comunicación que pongan de relieve los contenidos más destacados.
Además, debe considerarse, que no es esperable que los participantes lean y vean todo el contenido agregado, sino que en cada caso se debe seleccionar y elegir el contenido que resulte más interesante y apropiado según los intereses de cada uno.

b. Mezcla
Una vez que se lee, ve o escucha cualquier contenido, el siguiente paso recomendable es hacer un seguimiento en algún sitio que esté relacionado con el ámbito de la información, ya sea mediante un blog, una cuenta de marcación social, Twitter, un site de Google, etc. La plataforma del curso debe facilitar el seguimiento de todo lo que los participantes van haciendo, así se mezcla toda la información que se va procesando y se encuentra interés, creando inteligencia y aprendizaje colectivo de forma dinámica.

c. Reutilización
En esta fase también llamada de creación no se pretende repetir simplemente lo que otros han dicho sino que se trata de crear algo propio que sea útil para el entorno de cada participante y compartirlo en grupos con intereses afines. Ésta es, probablemente, la parte más difícil del proceso. Debe recordarse que nunca se empieza desde cero puesto nadie crea algo de la nada y por eso esta parte se llama "reutilización". La obligación de crear productos es una forma de evidenciar que ha habido aprendizaje. Por este camino se logra que cada parte de contenido se contemple como simple material teórico sino como práctico. Se explica un concepto, recurso, metodología, se presentan ejemplos, se utilizan y se debate sobre su uso. Se ve lo que se hace y entonces se practica haciendo una “reutilización” que pueda ser útil. Así, con el tiempo se convierte al participante en un experto en creación y crítica de recursos, ideas, conocimiento y práctica profesional, que es o debería ser el propósito de los cursos.

d. Diseminación
El trabajo realizado puede ser siempre compartido con otras personas del curso, con otros profesionales y con el mundo en general. Se sabe que compartir es costoso y tiene sus riesgos, la gente puede ver los errores o las carencias del contenido generado. Pero es mejor porque este hecho exige mayor dedicación y esfuerzo. Ciertamente, algunas veces se reciben críticas pero a menudo se recibe apoyo, ayuda, mayor participación e incluso felicitaciones.

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